viernes, 7 de octubre de 2011

AGRESION Y MALTRATO SICOLOGICO

Una de las mayores dificultades a la hora de afrontar socialmente el fençomeno del maltrato entre seres humanos en general y de forma especial en el ámbito de pareja pasa por la inadecuada conceptualización de las causas que lo originan.
Partimos del gran error que hemos establecido un código social y moral sin tener en cuenta la verdadera naturaleza de nuestras emociones,..hemos aceptado como dogma de fe conceptos que la propia ciencia certifica como ciertos, lo que nos impide poder llegar a conocer el significado de nuestras emociones.
habría que diferenciar en principio lo que es una agresión de un ser humano a otro de lo que es una situación de maltrato entre dos seres humanos.
Una agresión es un hecho puntual, aunque pueda repetirse, pero es totalmente diferente a lo que llamamos maltrato sicólogico.
Cuando nos encontramos con una situación de maltrato, nos limitamos a diferenciar entre el agresor y la victima, recayendo la culpabilidad en el agresor y en victima la responsabilidad de denunciar, y sostener esta realidad resulta excesivamente simplista.
En una situación de maltrato, los dos son víctimas y los dos son agresores, lo que varía es las diferentes formas en que se reflejan los síntomas.
Uno de los mayores errores es asociar el maltrato a la ausencia de sentimientos,.todo lo contrario,..sin sentimientos no habría maltrato, en esos casos hablaríamos directamente de agresión, y dificilmente cualquier persona toleraría mas de una agresión por parte de una persona con la que no tiene ningún lazo emocional.
Debido a que socialmente se ha mitificado el amor con una excesiva carga de romanticismo, hemos ignorado conocer otros aspectos pertenecientes a nuestra particular naturaleza emocional.
Cuando entre dos personas se crea un lazo emocional, a efectos de la naturaleza esas dos personas comparten sus emociones sin que puedan ser conscientes de ello, asi se crea un vinculo donde las emociones de uno afectan directamente al otro, lo cual crea un efecto de dependencia mutua, y actúan con el mecanismo de la supervivencia, donde cada uno siente la necesidad de controlar al otro, pero al ejercer ese control de forma en la que una de las personas carga contra la otra, al mismo tiempo que agrede a la otra persona se esta agrediendo a si mismo, al sentirse agredido el propio agresor, vuelve a poner en marcha el mecanismo de defensa y se defiende volviendo a agredir a la otra persona, y si a la persona agredida se le pide defenderse actuando contra el agresor, lo procesa como agredirse a si misma, por lo que NO HAY FORMA DE DEFENDERSE sin salir mas dañado.
Y el mayor error por nuestra parte la sociedad es eludir nuestra responsabilidad, reduciéndola a los que pasan por esa situación,...pues estos hechos no ocurrirían con la frecuencia que ocurren de no haber establecido unos códigos morales que permanentemente ponen en cuestión la autenticidad de los sentimientos entre dos seres humanos.
Si de verdad nos preocupa tanto este fénomeno y de verdad queremos evitarlos, es hora de que todos como sociedad reconozcamos la hipocresía de nuestros códigos, y luego que cada cual sea libre de mantenerse en esa hipocresía, pero no seguir refugiándola con el sufrimiento de los demás, asi que dejemósnos de campañas demagógicas donde todo el mal se reduce a la violencia del macho, lo cual no quiere decir que toda agresión es un acto reprobable, pero dejemos de usar ese cajón desastre con el que estamos condenando a sufrir a muchas personas llegando a pagar por ello con su propia vida.
EL MESIAS

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